Domingo de nuevas experiencias: El Bajío
Siempre intento encontrar nuevos lugares para desayunar, comer, cenar, etc. que tengan opciones sanas y ricas. Sí existen muchos lugares que se dedican sólo a ese tipo de comidas, pero no siempre son la mejor opción sobre todo si vamos acompañados, enfrentémoslo no todos nuestros amigos o familiares nos harán segunda. Por eso es que me encanta encontrar más opciones en las que pueda cuidarme pero también pueda convivir y que todos disfrutemos. Les quiero platicar de lo que conocí el fin de semana y espero que pueda servirles.
Este sábado fui por primera vez al Bajío, restaurante de comida mexicana, y por segunda el domingo (desde aquí se pueden dar cuenta que me gustó). Siempre he pensado que la cocina mexicana tradicional puede ser realmente sana (o por lo menos gran parte de ésta) si elegimos bien los platillos o si cambiamos algunos ingredientes o formas de preparación. Y aquí me dieron la razón.
Para empezar el menú tiene muchas opciones que son bajas en hidratos de carbono con un moderado aporte de calorías, por ejemplo el sábado pedí para desayunar: queso panela asado divorciado (tenía dos tipos de salsas). Además de no tener hidratos de carbono, no agregaron aceite en la preparación y el queso panela es bajo en grasa. La porción fue generosa pero no enorme. También vi muchas opciones para desayunar que podría funcionar: omelettes y huevos (recuerden que reducimos mucho las calorías si lo pedimos con claras), los chilaquiles pueden pedirse horneados, etc. También había nopal asado preparado con huevo, queso o también chilaquiles, de esta forma incluimos más verdura. En el caso de los antojitos, la mayoría eran quesadillas o tostadas, que podían ordenarse sólo echas en el comal (no necesitan aceite) y también pueden ser de pescado. Por lo general, la cocina mexicana utiliza quesos blancos así que esto es una ventaja.
Hoy fui a la hora de la comida y me encontré otro menú, que también tenía opciones muy saludables: pescado a la veracruzana (muchas verduras y al horno), pescado a la plancha y sobre nopal, carnes asadas y muchos platillos con pescado. Yo pedí ceviche verde, que era de pescado, tomate verde, aguacate y pimiento verde, todo en aceite de oliva: muchos ácidos grasos omega 3, bajo en grasas saturadas y los vegetales frescos; lo mejor es que estaba riquísima (me declaro fan). Además de esto, había toda una opción de platillos light y en estos incluían caldos, tostadas de pescado o de carne asada, quesadillas de requesón, hongos o flor de calabaza (sin aceite porque van al comal), guacamole con totopos al horno, entre otros. En la carta van a poder encontrar muchos platillos que incluyen pescado o pollo. La atención es muy amable y atenta, pedí naranjada sin jarabe con edulcorante y no hubo ningún problema. Claro que también está la otra cara, hay antojitos típicos y hay platillos con bastantes calorías, la decisión al final es siempre de ustedes.
La mejor parte fue a la hora del postre, por lo general intento saltármelo pero hoy me consentí. Traen una charola de postres que incluyen flan (muy mexicano), pasteles, tartaletas, etc. Pero había una opción light, casi siempre que escucho de esto de un postre, suele ser un poco decepcionante o no tan bajo en calorías como te lo pintan. Pero pregunté cómo estaba hecho y resulta que era un tipo pay de queso, pero en vez de queso crema era requesón (0 grasa) y la mermelada estaba preparada con splenda (0 azúcar), acompañado con fresa y zarzamora. Éste sí que es un postre light que pueden comer prácticamente sin culpas. Me encanta encontrarme opciones así, me hace más fácil elegir y convivir en domingo. Lo único malo (bueno para los chilangos) es que sólo hay sucursales en la Ciudad de México, según su página, si alguien conoce otra sucursal en otro lado por favor corríjanme.
Espero que les guste mi recomendación y se animen a probarla. De todos modos hay formas de reducir las calorías de sus platillos a casi cualquier lugar que salgan a comer.
Para empezar el menú tiene muchas opciones que son bajas en hidratos de carbono con un moderado aporte de calorías, por ejemplo el sábado pedí para desayunar: queso panela asado divorciado (tenía dos tipos de salsas). Además de no tener hidratos de carbono, no agregaron aceite en la preparación y el queso panela es bajo en grasa. La porción fue generosa pero no enorme. También vi muchas opciones para desayunar que podría funcionar: omelettes y huevos (recuerden que reducimos mucho las calorías si lo pedimos con claras), los chilaquiles pueden pedirse horneados, etc. También había nopal asado preparado con huevo, queso o también chilaquiles, de esta forma incluimos más verdura. En el caso de los antojitos, la mayoría eran quesadillas o tostadas, que podían ordenarse sólo echas en el comal (no necesitan aceite) y también pueden ser de pescado. Por lo general, la cocina mexicana utiliza quesos blancos así que esto es una ventaja.
Hoy fui a la hora de la comida y me encontré otro menú, que también tenía opciones muy saludables: pescado a la veracruzana (muchas verduras y al horno), pescado a la plancha y sobre nopal, carnes asadas y muchos platillos con pescado. Yo pedí ceviche verde, que era de pescado, tomate verde, aguacate y pimiento verde, todo en aceite de oliva: muchos ácidos grasos omega 3, bajo en grasas saturadas y los vegetales frescos; lo mejor es que estaba riquísima (me declaro fan). Además de esto, había toda una opción de platillos light y en estos incluían caldos, tostadas de pescado o de carne asada, quesadillas de requesón, hongos o flor de calabaza (sin aceite porque van al comal), guacamole con totopos al horno, entre otros. En la carta van a poder encontrar muchos platillos que incluyen pescado o pollo. La atención es muy amable y atenta, pedí naranjada sin jarabe con edulcorante y no hubo ningún problema. Claro que también está la otra cara, hay antojitos típicos y hay platillos con bastantes calorías, la decisión al final es siempre de ustedes.
La mejor parte fue a la hora del postre, por lo general intento saltármelo pero hoy me consentí. Traen una charola de postres que incluyen flan (muy mexicano), pasteles, tartaletas, etc. Pero había una opción light, casi siempre que escucho de esto de un postre, suele ser un poco decepcionante o no tan bajo en calorías como te lo pintan. Pero pregunté cómo estaba hecho y resulta que era un tipo pay de queso, pero en vez de queso crema era requesón (0 grasa) y la mermelada estaba preparada con splenda (0 azúcar), acompañado con fresa y zarzamora. Éste sí que es un postre light que pueden comer prácticamente sin culpas. Me encanta encontrarme opciones así, me hace más fácil elegir y convivir en domingo. Lo único malo (bueno para los chilangos) es que sólo hay sucursales en la Ciudad de México, según su página, si alguien conoce otra sucursal en otro lado por favor corríjanme.
Espero que les guste mi recomendación y se animen a probarla. De todos modos hay formas de reducir las calorías de sus platillos a casi cualquier lugar que salgan a comer.
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