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lunes, 25 de agosto de 2014

Las grasas que ayudan a la salud de nuestro cerebro

Muy odiadas y acusadas de todos nuestros males, recordemos que todo en exceso hace daño, por lo tanto es nuestra actitud y forma de consumir las grasas lo que puede hacer que aumentemos de peso o desarrollemos problemas cardiovasculares. Pero así, difamadas y todo, son necesarias para el cuerpo (por lo que no hay que suprimirlas de nuestra alimentación) y una de las razones es porque son necesarias para el buen funcionamiento del cerebro. 


¿Sabías que? Nuestro cerebro está compuesto en un 60% de grasa, queda más claro así porque las necesita para trabajar correctamente. Además el cerebro utiliza el 20% de la energía metabólica del cuerpo. Una buena nutrición es clave para mantener cuerpo y mente sanos, pero hay estudios que demuestran que el estado de nutrición y alimentación afecta al desarrollo y funcionamiento durante toda la vida. Al alimentar nuestro cerebro con grasa aumenta la producción de cetosis, que además de dar energía nos protege contra enfermedades del cerebro; una dieta rica en grasas monoinsaturadas puede aumentar la producción de acetilcolina, un neurotransmisor importantísimo para el aprendizaje y la memoria. 


Esto no quiere decir que salgan corriendo a comer 10 taquitos de carnitas... las grasas (como el resto de macro y micronutrimentos) deben consumirse en proporciones adecuadas para cada persona en particular, acérquense con su nutrióloga (o) ¡Ojo! Además, no sólo es comer grasa, sino la calidad de las grasas que consumimos:

Top 3 de grasas para la salud del cerebro

  1. Grasas poliinsaturadas. Contienen ácidos grasos esenciales: omega-3 y omega-6 que nuestro cerebro necesita para funcionar adecuadamente, además se ha demostrado en estudios que su consumo en cantidades grandes disminuye el riesgo de depresión. Recuerden que nuestros cuerpos no pueden producir estas grasas, por eso son esenciales y debemos incluirlas en nuestra dieta. 
  2. DHA. Han demostrado que ayudan a funciones cerebrales como la memoria, la habilidad de hablar y habilidades motoras. Al aumentar la ingesta dietética de éstos se demuestra que se mejoran condiciones como: depresión, desorden bipolar y Desorden de Hiperactividad y Déficit de atención. 
  3. Grasas saturadas. Éstas de hecho, son el mayor componente de las células cerebrales, y por lo tanto son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro, en un estudio se demostró que las personas que consumían mayor cantidad de grasas saturadas redujeron el riesgo de desarrollar demencia en un 36%. Pero además también traen beneficios a nuestro hígado, sistema inmune y a mantener un balance hormonal apropiado. 
Así que hay que incluirlas a todas, pero en las cantidades y preparaciones adecuadas para nuestra salud. 

¿Qué alimentos son mejores para ayudar a nuestro cerebro?

  1. Salmón. Este pescado contiene grandes cantidades de omega-3, para conservar esta grasa íntegra, es mejor prepararlo a la parrilla o al vapor. 
  2. Aguacate. ¡Gracias al universo por el guacamole! El aguacate (un tradicional mexicano) que contiene grasas monoinsaturadas, benefician la función del cerebro y promueven una circulación sana de la sangre. 
  3. Nueces. Grasas insaturadas y vitamina E: ambas excelentes para que nuestro cerebro trabaje mejor. Además los cacahuates, nueces y almendras previenen el deterioro cognitivo. 
  4. Huevo entero. Aunque no hay que abusar, el huevo tiene grasas saturadas y colina, las cuales mejoran las habilidades de memoria y la salud del cerebro. 
  5. Aceite de oliva. Además de todos los beneficios que nos da el aceite de oliva, ayuda a mejorar la memoria y protege contra demencia y deterioro cognitivo. 
  6. Aceite de coco. Su contenido de triglicéridos de cadena media, que ayuda a desarrollar tejido magro, también ayuda a regeneral y a sanar los nervios adentro del cerebro. 

El truco

Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre, la onda para consumir las cantidades adecuadas de grasas es buscar fuentes no procesadas (como las de arriba) de grasas sanas (como las de arriba) y comerlas con moderación. 

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