Existen ciertos factores de riesgo para que una persona desarrolle cáncer, muchos de ellos son hábitos de nuestro estilo de vida, y sí, la dieta está incluida. La buena noticia es que al hacer algunos cambios en estos hábitos (junto con la detección temprana) pueden ayudar a prevenir e incluso a ganar la lucha contra el cáncer.
Llevar una dieta sana aumenta la probabilidad de prevenir el desarrollo de cáncer, y si ya se ha detectado, puede ayudar el tratamiento médico y a llevar una mejor calidad de vida después de dicho tratamiento.
Aunque hay muchos cambios que puedes hacer, aquí les dejo algunos muy generales para reducir el riesgo de cáncer comiendo bien:
- Manten un peso saludable. Clave para reducir el riesgo de cáncer (y otras enfermedades). El sobrepeso y obesidad han sido asociados con algunos tipos de cáncer (más de 13) incluyendo cáncer de colon, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc. La obesidad afectan de manera negativa la inflamación en el cuerpo (la inflamación es un proceso defensivo del cuerpo que se desencadena como respuesta a estímulos nocivos de diversa naturaleza, este proceso incluye diversas alteraciones y reacciones del sistema inmune que puede tener resultados diferentes y complejos), el sistema inmune, la forma en que las células del cuerpo crecen y se reproducen y también los niveles de ciertas hormonas).
- Consume alimentos con alto contenido energético y de grasas, pero bajos en nutrimentos (o sea, alimentos de alta densidad calórica). Este tipo de alimentos que son altos en azúcares añadidos y grasas contribuyen al aumento de peso pero aportan pocos nutrimentos saludables y que pueden ayudarte a prevenir el cáncer. Elige mejor su contrario: alimentos ricos en nutrimentos pero de bajo contenido energético, graso y/o sin azúcares añadidos.
- Come muchas frutas y verduras. También frijoles y otras leguminosas (habas, lentejas, garbanzo, etc.). Estos grupos de alimentos son asociados a menor riesgo de algunos tipos de cáncer. Procura que en cada comida, la mitad de tu plato contenga estos grupos de alimentos para asegurarte de que consumes suficientes nutrimentos: fibra, vitaminas y minerales, antioxidantes, aminoácidos, etc.
- Bájale a las grasas saturadas. No quiero decir que vas a eliminarlas de tu dieta, pero sí debes disminuir su consumo. Las grasas saturadas, mejor conocidas como "grasas malas" son en su mayoría de orige animal, y su alto consumo ha sido asociado con el desarrollo de algunos tipos de cáncer. Así que intenta que la mayor parte de las grasas que consumes, sean insaturadas (o "grasas buenas"): aguacate, aceite de oliva en crudo, cacahuate, almendras, nueces, semillas, aceites vegetales, pescados, etc. Y en menor medida productos de origen animal: carnes rojas (elige cortes bajos en grasa), clara de huevo, carnes blancas, mariscos, etc. Intenta evitar algunos aderezos o alimentos que son casi por completo grasas saturadas (mayonesa, alimentos súper fritos, etc.).
- Consume más fibra. El consumo de fibra se ha asociado con menor riesgo de cáncer. Recuerda que para adultos, la ingesta diaria recomendada es de 25 g de fibra y para niños es de 1-1.5 g por Kg de peso. No tienes que contar el contenido de fibra de todo lo que comes, puedes lograr obtener lo necesario si: comes cereales integrales y enteros (arroz y pasta integrales, pan integral, tortilla de maíz, cereales para desayuno integrales, frutas, verduras y leguminosas, avena, etc.).
- Disminuye tu consumo de alcohol. Aunque aun no está del todo claro como es que el alcohol afecta y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, el consumo de cualquier bebida alcohólica tiene este efecto en muchos tipos de cáncer, incluyedo: boca y garganta, laringe, esófago, hígado, mama, colon y recto. Este riesgo aumenta si se combina con tabaco. Procura que tu consumo diario de alcohol se limite a sólo una copa para mujeres y dos para hombres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario