Como todos sabemos (o por lo menos muchos) los fundamentos para perder peso son bien simples: quemar más calorías de las que consumes en un día, así eventualmente perderás peso. Por lo tanto, en teoría, esta pérdida de peso podemos lograrla o bien reduciendo las calorías que consumimos o bien aumentar la cantidad de calorías que quemamos por medio de actividad física. Pero ya en la vida real, pocas personas son las que logran perder y mantener este peso, sin importar el método que elijan.
Pero en este tema el ejercicio parece ser más problemático. En estudios recientes en actividad física y control de peso se encontró que las personas apenas perdían 1/3 de los Kg que se esperaba que perdieran de acuerdo con las calorías que quemaban con diferentes rutinas de ejercicio. Muchos otros estudios también reportan muchas variaciones en cuanto a las medidas de cintura y cómo ésta cambia (o no) en diferentes personas con la misma rutina de ejercicio, algunas perdían peso y otras ganaban grasa. La verdad es que aun no podemos explicar por qué la actividad física ayuda a muchas personas a bajar de peso y medidas, pero para otras es contraproducente.
El estudio...
Entonces (de vuelta al estudio que mencioné al principio) en esta nueva investigación en la Universidad del Estado de Arizona en Phoenix, se reclutaron a 81 mujeres sedentarias y "saludables". Todas ellas tenán sobrepeso (de acuerdo a su IMC) pero algunas tenían significativamente más peso que otras. Ninguna de ellas había realizado ejercicio demanera regular durante el año previo al estudio. Se les dijo a las participantes que se unirían a un estudio de fitness y que se ejercitarían para poder mejorar su condición física, también se les pidió que no cambiaran sus hábitos alimenticios. Después de que se les tomaron las medidas necesarias (peso, % de grasa, etc.) cada una de las participantes inició un programa de ejercicio diseñado para ser vigoroso pero posible para casi cualquier persona; utilizaban caminadoras por 30 min. 3 días a la semana a un paso que representaba el 80% de su capacidad máxima. Esta rutina se mantuvo por 12 semanas y en cada una de éstas se hacían las mismas mediciones que al principio.
Los resultados...
Al finalizar las 12 semanas, todas las mujeres presentaron mejor condición física pero muchas estaban más gordas que al inicio del estudio. Casi el 70% de las mujeres había aumentado masa grasa y muchas de ellas ganaron por lo menos 5 Kg (la mayor parte de esta ganancia era de grasa, no por aumento de masa muscular). Sin embargo, algunas lograron perder masa grasa y otras mantuvieron el mismo peso que antes de iniciar el programa.Debido a estas diferencias, los investigadores intentaron identificar algún factor que pudiera ser una variable o indicador de si alguien pierde o gana peso durante un programa de ejercicio, sobre todo en las mediciones iniciales, pero no lograron correlacionar un factor determinante. De hecho, no encontraron ninguna conexión con ninguno de los parámetros de salud con las respuestas de cada una de las mujeres en el programa de ejercicio. Sin embargo sí descubrieron un indicador interesante: las mujeres que perdieron peso después de las primeras 4 semanas siguieron perdiendo peso, mientras que las otras no.
¿Qué quiere decir esto?
De acuerdo a uno de los autores del artículo, el Dr. Gaesser "esto significa en términos prácticos que si uno quiere perder peso con ejercicio debería subirse en su báscula casera después de un mes". De acuerdo con el autor, si en este tiempo tu peso se mantiene obstinadamente igual o si aumentó, deberías poner un poco más de esfuerzo en reducir calorías de tu dieta.Aunque el estudio no llevó seguimiento a la dieta y hábitos de movimiento de las mujeres fuera del laboratorio, es probable que aquéllas que ganaron peso comían más y se movían menos que de costumbre en cuanto se bajaban de las caminadoras, "probablemente inconscientemente" dijo el Dr. Gaesser.
Algunas de las limitantes de este estudio que habría que tomar en cuenta es que fue un plazo muy corto y no se incluyeron hombres o personas más jóvenes. Sin embargo otros estudios han demostrado que los hombres también son propensos a subir de peso cuando empiezan a hacer ejercicio.
Conclusiones...
Aunque tal vez para algunos esto puede ser un poco desalentador, es consistente con otros estudios que demuestran que es más importante reducir calorías y aumentar la calidad de nuestra dieta, que hacer actividad física. Es decir, que si ustedes empiezan a hacer ejercicio pero comen lo mismo o más de lo que comen normalmente, es probable que no vean los resultados que esperan, o que incluso ganen más peso a expensas de masa grasa, como pasó en este estudio. Aun así, cambiemos nuestra dieta (que insisto, es lo ideal) o no, el ejercicio nos da muchísimos beneficios: aumenta nuestra condición física, mejora la salud de nuestro corazón y sistema cardiovascular, beneficia a nuestro cerebro, mejora nuestra respiración, fortalece músculos y huesos, puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades crónico degenerativas (incluyendo diabetes y algunos tipos de cáncer), tonifica y estiliza nuestro cuerpo, entre muchísimas otras. Así que tal vez el principal beneficio de hacer ejercicio no sea bajar de peso, pero aun así ayuda muchísimo a nuestra salud, y por lo tanto no hay que descartarlo.Si están pensando en un plan que les ayude a bajar de peso, recuerden que es mejor combinar un plan de alimentación adecuado con actividad física. Acérquense con un profesional que les ayude a personalizar tanto la dieta como el tipo, tiempo, frecuencia e intensidad de la actividad física.
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