La pobre grasa (los lípidos) es uno de los nutrimentos más satanizados, y es que nos encanta echarle la culpa a quién o lo que sea para no hacernos responsables de nuestros propios hábitos. Cuando se trata de grasa, hay dos creencias:
- La grasa nos hace engordar
- La grasa es mala para nosotros
Bueno, resulta que ambas no son del todo ciertas. La grasa es de hecho buena para nosotros, y no sólo eso sino que es necesaria. Así como nuestro cuerpo requiere de proteínas e hidratos de carbono, también necesita de los lípidos, pues los ácidos grasos participan en muchos procesos metabólicos, por ejemplo: forman parte de la membrana celular y también son necesarias para la producción de hormonas.
Y así como los hidratos de carbono ni las proteínas nos harán engordar, tampoco lo harán las grasas; lo que nos hace subir de peso son nuestras decisiones: qué grasas elegimos, en qué cantidad y con qué frecuencia. Un exceso de calorías que provengan de las grasas, se acumularán con tejido adiposo, pues el cuerpo las guarda como energía de reserva; y si además no las utilizamos en ningún tipo de actividad física, pues bueno. Pero mientras consumamos grasas en cantidades adecuadas, con mayor proporción de grasas insaturadas (grasas buenas) que saturadas (grasas "malas"), no tienen por qué hacernos subir de peso.
Pero como ya había dicho antes, siempre buscamos a quién o qué echarle la culpa en lugar de hacer conciencia de nuestros malos hábitos de alimentación, y es común que cuando tengamos nuestra época del año "me voy a cuidar" sean las primeras en desaparecer por completo de nuestra dieta (mal, muy mal hecho). Así que para convencerlos, aquí están 7 razones por las cuales las grasas son buenas para nosotros:
- Mejora tu sistema inmune. Recuerden que las lluvias han estado intensas y ya viene la época de frío, así que nos convendría tener un sistema inmune fuerte y preparado.
- Aporta nutrimentos importantes al cuerpo. No sólo los ácidos grasos, sino que con el consumo de lípidos por lo general incluye las vitaminas liposolubles: vitamina A, E, D y K, que son muy importantes en nuestra dieta; también es probable que vengan acompañadas de fósforo y magnesio. Además la mayoría de los alimentos que nos aportan grasas, también nos aportan proteínas (carne, huevo, nueces, etc.).
- Regulación de hormonas. Las chicas sobre todo, saben qué mal se la pasa uno con los desórdenes hormonales; las grasas nos ayudan a mantener todas nuestras hormonas estables así como su producción.
- Mejora la sensación de saciedad. Tal vez esto no lo esperaban de este nutrimento, pero la verdad es que el consumo de grasas en nuestra dieta, puede mejorar la señalización de saciedad.
- Proveen energía y reservas de ésta. Las grasas aportan 9 Kcal por cada gramos que consumimos, y las que no utilizamos en actividades o en nuestro metabolismo, el cuerpo las almacena como reservas. Tal vez en la actualidad, esto sea una mala noticia para nosotros, pero en hace muchos años cuando los humanos eran nómadas, era un recurso súper útil, ya que al no saber cuándo encontrarían comida otra vez, podían sobrevivir y aguantar el frío gracias a las reservas de grasa.
- Promueve la síntesis de masa muscular. Así es, mientras mantengamos un consumo adecuado, pueden ayudarnos a crear más masa muscular.
Así que como ven, incluso el colesterol es necesario para nosotros, aunque en cantidades moderadas. El hecho de que subamos de peso o incluso desarrollemos enfermedades crónico degenerativas, se debe nuestro consumo excesivo, frecuente y constante de calorías. También tiene mucho qué ver el tipo de grasas que consumamos, no es lo mismo las grasas que vienen del pescado, aguacate o de las nueces, que la manteca quemada por días de los antojitos de la esquina; así que aquí sí es cuestión de calidad y cantidad.
Con esto no quiero promover que se vayan a comer a las fritangas de Doña Carmen, o se compren bolsas de frituras para dos meses, ni que el domingo vayan a festejar a las carnitas; ésas grasas sí pueden hacernos daño. Para no caer en confusiones les dejo unas fuentes de grasas para que las incluyan en su dieta.
- Carne (pollo, res, cerdo, cordero, etc.). Aunque para mantener el consumo moderado, elijan cortes magros.
- Huevo entero. El huevo también tuvo su época en la cuál fue satanizado y prohibido, pero el huevo aporta también muchas vitaminas liposolubles y proteína. Si van a comerlo diario, tal vez sí deban alternar un día sólo claras y otro día pueden incluir el huevo entero; o bien, si van a comer 2 ó 3, procuren que sólo uno sea entero.
- Salmón y atún. Estos pescados aportan muchos ácidos grasos omega 3 y también muchas proteínas.
- Aguacate. Grasas insaturadas y muchos beneficios más.
- Nueces y sus cremas. La nuez, almendra, macadamia, cacahuate, pistache etc. Nos dan grasas buenas, proteínas de origen vegetal y son riquísimas. Procuren que si compran cremas de nueces, no tengan azúcar añadida.
- Trucha. La trucha es otro pescado que aporta muchas grasas buenas, vitamina E y D, además es buena fuente de proteína de origen animal.
- Semillas. El ajonjolí, las semillas de calabaza o de girasol, etc. aportan muchas grasas buenas, y van excelente con cualquier ensalada.
- Aceites de cacahuate, ajonjolí, coco y por supuesto el aceite de oliva (recuerden que éste debe comerse en crudo y no usarse para freír ni asar).
Por otro lado, las grasas que deberían evitar son aquéllas que no aportan otros nutrimentos (también conocidos como calorías vacías), los alimentos que aportan grasas saturadas en cantidades excesivas, y las que grasas saturadas que además vienen acompañadas de azúcares añadidos. Estos alimentos aportan muchas calorías en porciones pequeñas (alta densidad calórica) y sí que pueden perjudicarnos. Los alimentos que deberían evitar son: helados, pastelillos y productos de bollería (sí, las donas por ejemplo), comida rápida (papas fritas, hamburguesas, etc.), carnitas y fritangas (más que nada porque el aceite que utilizan o manteca, se ha estado quemando por mucho tiempo y esto puede liberar radicales libres), frituras (muchos hidratos de carbono refinados, muchísima grasa y sodio), mayonesa, crema y mantequilla (cambiénlos mejor por aceite de oliva, nueces, aguacate o margarina sin sal y sin grasas trans).
Si quieren saber cuál es la cantidad de grasas que pueden comer, acérquense a su nutrióloga (o) para que les asesore y obtenga sus requerimientos exactos. Hay que hacer conciencia de nuestros hábitos y dejar de echar culpas a los demás.
Pueden saber más de las grasas en estas notas: grasas buenas vs. grasas malas y grasas que ayudan a la salud de nuestro cerebro.