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martes, 2 de junio de 2015

3 mitos del gluten, que probablemente crees

Si aún no pertenecen al movimiento anti-gluten, es probable que por lo menos lo hayan considerado, pues se ha puesto de moda (por alguna extraña razón) consumir alimentos libres de gluten: desde innovaciones  hipsters, alguien famoso con una nueva dieta (Miley Cyrus, por ejemplo), mil alimentos nuevos gluten free, etc. Hay miles de factores que han creado miedo al gluten. 
 
Lo ideal sería, que nuestros miedos y precauciones estuvieran fundamentados en evidencia científica y consistente. Pero la verdad, es que la mayoría de lo que creemos (sobre todo cuando se trata de alimentos y nutrición) tienen poco que ver con fundamentos pero sí mucho que ver con mitos y modas.

Background 

Recordemos que el gluten es una red de proteínas que se encuentra únicamente en las harinas de ciertos cereales: trigo, cebada, avena y centeno (y por lo tanto en cualquier producto derivado). La enfermedad celíaca (o intolerancia al gluten) es una patología genética, y quienes la padecen no pueden consumir gluten, pues daña su intestino
delgado. Sin embargo, su prevalencia e incidencia es muy baja, en México sólo 4.3% de la población la padece. Si quieren saber más sobre la enfermedad celíaca, pueden ver la nota completa aquí. 

Ahora que recordamos que sólo el 4.3% de la población mexicana no puede consumir gluten, es todavía más extraño que la tendencia a evitar comer gluten vaya en aumento. Y como dije antes, mucho de esto tiene que ver con mitos mal fundamentados, principalmente estos tres: 

1. Todo el mundo debería probar una dieta libre de gluten, por lo menos una semana. 

Verdad: Tanto nutriólogos como gastroenterólogos, consideramos de manera (casi) unánime que probar una dieta libre de gluten es innecesario (a menos, CLARO, que alguien padezca intolerancia al gluten). En palabras del Dr. Stefano Guandalini (director de Celiac Disease Center de la Universidad de Chicago): "Una dieta libre de gluten, no es una dieta más sana para aquéllos que no la necesitan". Este innecesario gasto de dinero y energía (que algunas personas deserían no tener) se basa más bien en seguir una moda.De acuerdo a las Guías para Desórdenes Relacionados al Gluten, se recomienda la confirmación del diagnóstico de enfermedad celíaca, antes de empezar un régimen de este tipo. 

Otros especialistas en este tema aseguran que eliminar el gluten de nuestra alimentación no brindará ningún beneficio a nuestra salud, pero sí complicará nuestra selección de alimentos y aumentará (de manera significativa) el costo. 


2. Aun cuando alguien no enfermedad celíaca, hay una gran probabilidad de que sea sensible (o intolerante) al gluten. 

De la población que de hecho padece enfermedad celíaca, un porcentaje (no bajo) aún no ha sido diagnosticada. En el caso de Estados Unidos, esto implica que aproximadamente 2 millones de personas viven con este padecimiento y no lo saben. 

Por otro lado, hay personas que aunque no padecen intolerancia al gluten, pueden experimentar algunos síntomas (por lo general fatiga o dolor de articulaciones, entumecimiento de extremidades, etc.) después de consumirlo. Esto se conoce como
Sensibilidad al gluten no celíaca (condición que continúa en debate). Mientras un estudio demostró que los síntomas de los pacientes mejoraban al eliminar el gluten de la alimentación, otro estudio demostró que no había tales beneficios en estos pacientes; de hecho la hipótesis del segundo estudio fue que la sensibilidad al gluten se estaba confundiendo con la sensibilidad a ciertos hidratos de carbono (oligo, di y monosacáridos y polioles fermentables), que se encuentran en cereales con gluten, pero también en otro tipo de alimentos como brócoli, ajo, cebollas, manzanas, etc. 

Es decir, es muy probable que muchas personas que piensan que tienen sensibilidad al glugten, en realidad pueden estar reaccionando a muchos otros alimentos. 

3. "Este estudio encontró que una asociación entre gluten y depresión, por lo que el gluten es malo." 

 

Básicamente el problema es que un estudio o unos pocos estudios, no son suficientes para hacer conclusiones o demostrar un hecho. La ciencia de la nutrición depende de una larga y lenta acumultación de datos y resultados obtenidos a través de muchos estudios. Debemos ser muy escépticos con resultados de un sólo estudio; confiar demasiado o totalmente en los resultados de UN estudio es exagerar, y en la ciencia, exagerar es básicamente mentir. 

Aun con todos los avances científicos, estudiar la ciencia de la nutrición es muy complejo. Tan complejo que todavía hay muchísima controversia en cómo y cuánto debemos comer. Empezando porque diseñar y realizar estudios (buenos estudios) de los hábitos alimentarios es muy difícil. Muchas veces este tipo de estudios dependen de que las personas reporten su ingesta o que lleven a cabo una dieta exactamente como se indica o confiar en lo que las personas nos dicen que comen en un día; por otro lado ¿Cómo se podrían dar placebos de un alimento? Éstos y muchos otros factores hacen que sea una ciencia difícil de controlar para su estudio.

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